ArtistaWenner, Tilo
Tilo Wenner nació en General Galarza, Departamento de Gualeguay, en Entre Ríos, un 3 de febrero de 1931. Fue un intelectual, poeta y periodista de espíritu libre.
Su vida y su labor periodística, así como su obra literaria, aunque interesantes para el análisis, aún son desconocidas por la crítica. Fue secuestrado por la dictadura militar un 26 de marzo de 1976, encontrado asesinado, reconocido y sepultado por sus familiares en el año 2009.
Sus padres eran Adolfo Wenner y Catalina Arenst, ambos descendientes de alemanes y rusos alemanes radicados en colonias de inmigrantes, a quienes ayudó desde pequeño en el trabajo agropecuario. Pasó su infancia en Galarza y, posteriormente, en General Pirán, al sur de la provincia de Buenos Aires, donde en un accidente con un tractor perdió su brazo izquierdo.
En los años ’40, Tilo se muda a la capital para realizar sus estudios secundarios en el Colegio Sarmiento. Finalizada su educación media, intenta seguir una carrera universitaria en dos oportunidades: primero, en la Facultad de Medicina de la UBA, la cual abandona para después ingresar en la Facultad de Filosofía y Letras.
Sin embargo, hacia 1952, suspende sus estudios y se lanza a un extenso viaje por Chile, Bolivia, Perú y Francia, lugares donde se relaciona con distintos movimientos poéticos y políticos que tienen una marcada influencia en su forma de pensar: se aleja de las bases familiares evangélicas y de posturas afines a las ideas promulgadas desde el nacionalsocialismo, predominantes en las comunidades alemanas de donde provenía, y adquiere un perfil más bien ligado al ateísmo, a los ideales marxistas y, a partir de la década del ‘60, a la izquierda peronista.
Entre 1957 y 1964, dirige algunas revistas: la primera, Serpentina, de experimentación, con textos de Rubén Tizziani, Alejandra Pizarnik y Julio Cortázar. Luego, edita otra de publicaciones similares: KA-BA, que define como “órgano de difusión” de la Escuela del Espíritu Experimental, Pamela 1243 y Mediodía. A mediados de los ‘60, se muda a la localidad de Escobar, Buenos Aires, donde se casa con Eliana Naón, madre de sus dos hijas. Allí, Rubén Vela, un compañero, le presta una vieja imprenta y, este hecho, acompañado por una idea de su esposa, impulsa el surgimiento del periódico “El Actual”; un pequeño diario, de publicación semanal, cuyo lema rezaba una frase de Facundo Quiroga y que pretendía definir el rasgo fundamental de sus publicaciones: “Libre por principio y por propensión: mi estado natural es la libertad”.
Tras conocer a la Juventud Universitaria Peronista y ganar afinidad con el peronismo de izquierda, “El Actual” comienza a publicar todos los comunicados de la JUP y, también, algunos reclamos de los trabajadores de la zona. De forma subsiguiente, se empieza a ampliar la información con noticias sobre los conflictos sindicales del conurbano y textos críticos de contenido político. Estos cambios de contenido, llevaron aparejada la adopción de un perfil fuertemente político ligado al espíritu libertario de Tilo –sobre todo a comienzos de los años ’70- y con marcada postura contraria al conservadurismo que, unos años más tarde, conducirían a su desaparición forzada a manos del terrorismo de estado.
Tilo Wenner publicó entre 1957 y 1972, más de una decena libros de poesía y uno de ensayos que van desde “La pasión rota” (1957) hasta “Límite real” (1972). Hacia 1976, tenía ya impreso un nuevo libro de poemas que aún no había sido distribuido; “Ejercicios para no llorar en vano”, fue quemado por la dictadura militar tras el secuestro y posterior asesinato del poeta en marzo de ese mismo año. Al fuego sólo sobrevivieron tres poemas.
Si bien Wenner fue el único poeta y periodista entrerriano desaparecido por las fuerzas del gobierno de facto instaurado en marzo del ’76, y con una vasta y singular producción literaria, su obra aún no ha sido objeto de estudio y se encuentra todavía ubicada a los márgenes del canon de la literatura nacional. Sus poemas rozan el surrealismo –movimiento que el poeta conoció en uno de sus viajes en los años ’50- pero, al mismo tiempo, no se dejan absorber enteramente por él: gozan de una libertad estilística intencionada, cercana al espíritu de Tilo, y son de difícil parametrización. La lectura de su poesía implica la admisión y el contacto con el absurdo del caos que es la vida, su movimiento y su libertad, temáticas fuertemente abrazadas por el autor:
“No se busque concesiones en mi poesía. Mi poesía es un difícil aprendizaje para encontrar habitable y hasta bello el caos. La claridad es una acotación marginal al mundo de la poesía. La condición de “ser ahí” a cuenta del alemán; el “sentimiento del absurdo” tengo conciencia que en última instancia es una actitud pueril; la “dura realidad” vaya para los líricos. El vacío como movimiento de la vida no es angustiante. (…) Mi confianza en el futuro es nula, me interesa la vida, toda mi poesía está bajo sus ojos como un movimiento de amor. (…)”
Tilo Wenner fue secuestrado el 26 de marzo de 1976 en manos de militares uniformados tras denunciar, a través de “El Actual”, el secuestro y asesinato de uno de sus compañeros y el intento de secuestro del mismo Wenner ocurrido unos días antes. Fue encontrado asesinado en abril del mismo año junto a otras cuatro personas, todos enterrados como NN en el cementerio de Escobar. Recién hacia el año 2009 fueron identificados sus restos y restituidos a sus familiares que lo sepultaron en el cementerio de Chacarita.
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