Descripción
Ejemplar especialmente dedicado por el autor:
«A Julio Piquet,
Para que se lo haga leer a Mario.
Su afectísimo Amigo
Dario
Oct. 1896»
El libro LOS RAROS se presentó como un trabajo intelectual de reivindicación y reordenamiento del canon finisecular desde la periferia latinoamericana.
Lejos de ser una mera colección de semblanzas biográficas, la obra construye una constelación estética y ética a partir de escritores que, por distintas razones, habían sido malinterpretados o directamente excluidos por la crítica especializada de su época.
En su conjunto, el libro funciona como un manifiesto implícito del modernismo y propone una sensibilidad nueva, activa y lúcida ante la decadencia de las formas heredadas.
Rubén Darío elige a autores como Isidore Ducasse –El Conde de Lautréamont–, Paul Verlaine, Edgar Allan Poe, Augusto Villiers de L’Isle-Adam, Henrik Ibsen y José Martí, no por capricho exótico, sino por afinidad con una sensibilidad que desborda las formas y los géneros.
El gran logro de esta obra clave de la literatura latinoamericana fue su gesto anticipatorio, al señalar lo raro no como una anormalidad, sino como un síntoma de lo por venir.
La rareza, tal como la propone Darío, no alude a lo excéntrico, sino que opera como una matriz anticipatoria de los procesos de dislocación estética que definieron las vanguardias del siglo XX.