Costantino, Nicola

Nicola Costantino es una artista argentina cuya trayectoria se ha desarrollado en el ámbito del arte conceptual y la fotografía.
Nace en la ciudad de Rosario, el día 17 de noviembre de 1964.
A lo largo de su carrera, ha sido distinguida con diversos reconocimientos, entre ellos el Premio a la Artista Argentina en la II Bienal de Arte de Buenos Aires (2002), el Premio Konex en la categoría de Escultura (2002) y en Video Arte (2012), otorgados por la Fundación Konex, además del Gran Premio de Honor del Salón Nacional en la disciplina de Fotografía, entre otros. En 2004, presentó la obra «Savon de Corps», elaborada con grasa extraída de su propio cuerpo, lo que generó un fuerte impacto mediático. En 2013, representó a Argentina en la 55.ª Bienal de Venecia con su instalación «Rapsodia inconclusa».
Tras completar sus estudios secundarios, Costantino ingresó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario, en un contexto de efervescencia cultural propiciado por el retorno de la democracia. En ese entorno académico, figuras como Fernando Farina guiaban a los estudiantes, mientras Eleonora Traficante desempeñaba un rol fundamental como docente. Desde sus inicios, se sintió atraída por materiales y procedimientos no convencionales, explorando diversos entornos industriales y talleres. En ICI Duperial, se familiarizó con el uso de moldes de silicona, matricería en resina poliéster y la inyección de espuma de poliuretano, elementos que se convertirían en pilares de su producción artística. Incluso antes, ya poseía una sólida formación en diseño y confección, adquirida trabajando junto a su madre en su fábrica de indumentaria. En 1992, obtuvo una beca de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe que le permitió viajar regularmente a Buenos Aires para recibir instrucción del escultor Ennio Iomi. Paralelamente, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Rosario, se capacitó en taxidermia, adquiriendo conocimientos sobre embalsamado y preservación de animales.
La convergencia de estas influencias se plasmó por primera vez en «Cochon sur Canapé», una performance gastronómica presentada en mayo de 1993 en el Museo Juan B. Castagnino de Rosario. Poco después, Pablo Suárez la invitó a formar parte del primer grupo del Taller de Barracas de la Fundación Antorchas, dirigido por él junto a Luis Fernando Benedit. A finales de 1994, los participantes de este programa exhibieron sus obras en la galería Ruth Benzacar, donde Costantino presentó «Chanchito con motor». En 1995, participó en un intercambio en la Houston School of Art, donde comenzó a experimentar con la reproducción en silicona de la piel humana para la creación de prendas. Durante su estancia en Nueva York y Los Ángeles, vistió un abrigo confeccionado con ombligos y cabello natural, diseñado por ella misma. En mayo de 1996, regresó de Estados Unidos para reincorporarse al Taller de Barracas, esta vez como docente de Técnicas. Finalmente, se estableció en Buenos Aires, donde instaló su casa-taller, primero en San Telmo, luego en Palermo y más tarde en Villa Crespo, donde actualmente reside y trabaja.
El resultado de sus exploraciones en Norteamérica se materializó en «Peletería con piel humana», presentada por Ruth Benzacar en la feria ARCO de Madrid en 1997. En 1998, Paulo Herkenhoff incluyó esta singular boutique en la Bienal de Arte de San Pablo, y en 1999 los vestidos fueron seleccionados por Estrella de Diego para la exposición «Con los cinco sentidos» en la Casa de América en Madrid.
En paralelo, Costantino realizó su primera muestra individual en Buenos Aires, en la galería Ruth Benzacar, donde introdujo sus «Chanchobolas». En 2000, su trabajo fue exhibido en la Bienal de Arte de Liverpool y en la galería Deitch Projects de Nueva York, donde presentó nuevas piezas en piel humana y una serie de obras con animales nonatos, como frisos de potrillos y terneros atrapados en tuberías de gran tamaño, además de «Ternerobolas» de hasta 95 centímetros de diámetro. Roberta Smith, crítica del New York Times, describió «Human Furriery» (traducción de «Peletería Humana») como una de las exposiciones más polémicas de la temporada.
En 2001, los frisos de animales nonatos ocuparon un stand completo en el programa Project Room de la feria ARCO. Antes de ello, Costantino había presentado una muestra individual en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y había inaugurado la Galería Animal de Tomás Andreu en Santiago de Chile con sus creaciones. Durante 2002, sus obras fueron exhibidas en museos de Noruega, Suiza, Israel y Estados Unidos, así como en la galería Christian Dam de Dinamarca. También impartió clases como profesora invitada en la Academia de Arte de Oslo y la Universidad Complutense de Madrid. En 2003, su «Boutique de Nicola» fue presentada en la Galería Senda de Barcelona y su obra completa fue exhibida en el Casal Solleric de Palma de Mallorca. En 2004, en la galería Ruth Benzacar, presentó «Animal Motion Planet», una exhibición individual donde una serie de dispositivos ortopédicos recreaban los movimientos de terneros y potrillos nonatos. No obstante, el evento más relevante de ese año fue la inauguración en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) de «Savon de Corps», una instalación que incluía jabones elaborados con grasa extraída de su propio cuerpo mediante liposucción.
A lo largo de su trayectoria, la obra de Nicola Costantino ha sido ampliamente reconocida por la crítica especializada, pero «Savon de Corps» rompió con esta tendencia, generando controversia y captando la atención de medios generalistas. En 2007, la imagen de estos jabones de grasa humana se convirtió en la portada del catálogo de la muestra «Dangerous Beauty» en el Chelsea Museum de Nueva York. Además, tanto «Animal Motion Planet» como «Savon de Corps» marcaron el inicio de su incursión en el videoarte: mientras la primera incluía un documental sobre sus máquinas, la segunda incorporaba un comercial al estilo televisivo.
Desde entonces, Costantino ha explorado cada vez más la fotografía y el cine, protagonizando sus propias composiciones, encarnando figuras icónicas del arte o distintas versiones de sí misma. Paradójicamente, en 2007, tras dos décadas dedicadas a la escultura, recibió el Gran Premio de Honor del Salón Nacional en la especialidad de Fotografía. En 2008, regresó a la galería Ruth Benzacar con «La Cena», donde fusionó elementos de su primera performance con diversas técnicas adquiridas a lo largo de su carrera. En 2009, el Palacio Duhau albergó «Autorretratos», una serie completa de sus fotografías e instalaciones. Incluso la maternidad se convirtió en parte de su exploración artística, como lo evidenció «Trailer», una instalación cinematográfica presentada en la Fundación YPF en 2010, que abordaba la singular relación entre la artista y su doble.
En 2011, la Fundación Daros le dedicó una retrospectiva en Zúrich dentro del ciclo «Hubertus Exhibitions», que posteriormente se replicó en la Bienal de Cuenca. En 2013, su obra sobre Eva Perón fue seleccionada para representar a Argentina en la 55.ª Bienal de Venecia. «Rapsodia Inconclusa» consta de cuatro instalaciones que reinterpretan la figura de Eva Perón desde el lenguaje del arte contemporáneo. En 2014, se volcó al rodaje de un largometraje biográfico dirigido por Natalie Cristiani, en el que los límites entre documental y ficción se difuminan para revelar el proceso creativo de una artista que convierte su vida en la esencia de su obra.
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