Bergamín, José

José Bergamín Gutiérrez fue un destacado autor español que se desenvolvió con soltura en múltiples géneros, incluyendo el ensayo, la poesía, el teatro y la dramaturgia.
Desde sus primeros años, jamás renegó de la doble impronta que marcó su vida: por un lado, la inclinación política heredada de su padre; por otro, la profunda huella religiosa legada por su madre. A lo largo de toda su trayectoria intelectual intentó reconciliar dos universos aparentemente opuestos: el catolicismo y el comunismo.
Cursó estudios de Derecho en la Universidad Central de Madrid. Sus primeras colaboraciones literarias vieron la luz en la revista Índice, bajo la dirección de Juan Ramón Jiménez, durante los años 1921 y 1922. Con el célebre poeta mantuvo una relación cercana y prolongada, semejante a la que cultivó con Miguel de Unamuno, otra figura clave que influyó hondamente en su pensamiento. Fue precisamente en Índice donde, según él mismo afirmaba, se gestó la totalidad del grupo que luego sería conocido como la generación del 27, etiqueta que rehusaba y prefería sustituir por «Generación de la República». Aunque la crítica académica lo ha situado mayormente dentro de la generación de 1914 o el novecentismo, su participación temprana en la génesis del 27, su colaboración constante en sus publicaciones y su rol como editor de sus primeras obras lo convierten, sin duda, en uno de sus exponentes más auténticos. Además, Bergamín es frecuentemente considerado el discípulo más fiel de Unamuno y uno de los ensayistas en lengua española más sobresalientes del siglo XX, destacando también por su estilo literario singular y refinado. Sus inquietudes intelectuales abarcaron desde los mitos literarios y la espiritualidad hasta la historia de España, el Siglo de Oro, la política y el arte taurino.
Sin embargo, fue precisamente esa singularidad —junto con su afición, muy unamuniana, por lo paradójico— lo que generó desconcierto entre ciertos estudiosos menos receptivos, afectando su reconocimiento a pesar de su intensa producción en campos como el aforismo, la poesía, la edición, el teatro y el ensayo. Aun así, esto nunca pareció preocuparle demasiado; de hecho, él mismo aspiraba a ser lo que finalmente fue: una figura fantasmal, aunque esencial, dentro del panorama cultural español.
Abiertamente contrario al régimen de Miguel Primo de Rivera, intervino en un acto político en Salamanca junto a Unamuno en defensa de los ideales republicanos. En 1928 contrajo matrimonio con Rosario Arniches, hija del dramaturgo Carlos Arniches. Durante esa etapa colaboró con diversas publicaciones culturales de la época, entre ellas La Gaceta Literaria, fundada en 1927 por Ernesto Giménez Caballero. Al proclamarse la Segunda República en 1931, asumió brevemente el cargo de director general de Seguros en el primer Ministerio de Trabajo republicano, bajo la gestión de Largo Caballero.
En 1933 dio vida a Cruz y Raya, una revista que él mismo definía como «revista del más y del menos» o «de la afirmación y la negación», considerada una de las publicaciones más innovadoras, plurales y libres de su tiempo, en la que participaron varios autores vinculados al 27. El número final, el 39, apareció en junio de 1936, poco antes del estallido de la Guerra Civil, y su cierre coincidió con la caída de la Segunda República. Ese mismo año publicó el ensayo Mangas y capirotes, donde abordó una interpretación del teatro barroco del siglo XVII.
Durante el periodo republicano, Bergamín alcanzó el cénit de su prestigio intelectual al apoyar decididamente al bando republicano, interviniendo activamente en múltiples frentes literarios y periodísticos. En plena guerra civil española presidió la Alianza de Intelectuales Antifascistas y fue designado agregado cultural en la embajada española en París. Desde allí promovió apoyos morales y económicos para una República cada vez más debilitada. Su nombre se vinculó entonces a casi todas las iniciativas culturales desarrolladas en ese contexto. Escribió en revistas como El Mono Azul, Hora de España y Cuadernos de Madrid. En 1937, logró que España albergara el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, que reunió a más de cien intelectuales provenientes de todo el mundo. Fue también quien encomendó a Pablo Picasso la realización del Guernica para la Exposición Internacional de París de ese mismo año.
Con la victoria franquista, partió al exilio, llevándose consigo un ejemplar de Poeta en Nueva York que le había regalado Federico García Lorca poco antes de su muerte, y que él mismo se encargó de editar. Se instaló primero en México, donde residió entre 1939 y 1947. Allí fundó la revista España Peregrina, que dio voz a los escritores expatriados, así como la Editorial Séneca, que publicó las primeras Obras completas de Antonio Machado, además de trabajos de Rafael Alberti, César Vallejo, Federico García Lorca y Luis Cernuda, entre otros.
Regresó a España de forma definitiva en 1970, estableciéndose en Madrid durante varios años. En ese tiempo reeditó algunos de sus libros escritos en el exilio y publicó su particular visión del sainete y del género chico en el volumen De una España peregrina (1972). Sin embargo, su labor en esta etapa fue mayormente política y periodística. Se mostró como un opositor firme al proceso de la Transición española, lo que le valió ser objeto de censura en distintos periódicos, sin importar su línea editorial.
Pasó sus últimos años en el País Vasco, donde falleció en 1983. El tema de España, constante en su obra, fue sintetizado de manera magistral en su soneto «Ecce España». Como acto final de coherencia con sus convicciones, eligió ser sepultado en Fuenterrabía, con el argumento: «para no dar mis huesos a tierra española».
José Bergamín murió el 28 de agosto de 1983, a los 87 años, en San Sebastián.
Entre sus principales obras se encuentran:
El cohete y la estrella, 1923
Caracteres, 1926
Mangas y capirotes, 1933
La cabeza a pájaros, 1934
La más leve idea de Lope, 1936
Presencia de espíritu, 1936
El alma en un hilo, 1940
Detrás de la cruz: terrorismo y persecución religiosa en España, 1941
La voz apagada: (Dante dantesco y otros ensayos), 1945
La corteza de la letra: (palabras desnudas), 1957
Lázaro, Don Juan y Segismundo, 1959
Fronteras infernales de la poesía, 1959
La decadencia del analfabetismo; La importancia del demonio, 1961
El arte de birlibirloque; La estatua de Don Tancredo; El mundo por montera, 1961
Al volver, 1962
Rimas y sonetos rezagados, 1962
Duendecitos y coplas, 1963
De una España peregrina, 1972
Beltenebros y otros ensayos sobre literatura española, 1973
El clavo ardiendo, 1974
Ilustración y defensa del toreo, 1974
La importancia del demonio y otras cosas sin importancia, 1974
Del otoño y los mirlos: Madrid, El Retiro: otoño 1962, 1975
Apartada orilla (1971-1972), 1976
El pensamiento perdido: páginas de guerra y del destierro, 1976
Velado desvelo (1973-1977), 1978
Por debajo del sueño. Antología poética, 1979
Calderón y cierra España y otros ensayos disparatados, 1979
El cohete y la estrella; La cabeza a pájaros, 1981
Al fin y al cabo: (prosas), 1981
Aforismos de la cabeza parlante, 1983
La claridad desierta, 1983
Canto rodado, 1984
Hora última, 1984
Poesías casi completas, 1984
El pensamiento de un esqueleto: antología periodística, 1984
El pozo de la angustia, 1985
Prólogos epilogales, 1985
Esperando la mano de nieve (1978-1981), 1985
La claridad del toreo, 1987
La música callada del toreo, 1989
Cristal del tiempo, 1995
Escritos en Euskal Herria, 1995
Antología poética, 1997
Las ideas liebres: aforística y epigramática, 1935-1981, 1998
Poesías completas I, 2008
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