Descripción
“Con este segundo manifiesto, Joaquín Torres García intenta definir los límites del campo filosófico del constructivismo en relación con el culto que la sociedad pueda hacer o no de él, estableciendo categorías de mentes “superiores” o “inferiores”, donde incluso un mismo individuo puede fluctuar.
El Manifiesto 2 constituye una confesión de fe (casi religiosa) en la doctrina del Universalismo Constructivo y adopta un tono pedagógico de perfil esotérico.
Parte de una alegoría de la pirámide: los hombres “de abajo” (mayoría) y los “de arriba” (iluminados); la fuerza está abajo; la razón, arriba.
En su proclama, JTG confiesa creencias numerológicas; la Revelación divina consistió, a su ver, en saber que el Cosmos está inscrito en una cifra…
El “estar en lo eterno” es condición «sine qua non» del individuo constructivista, ya que el constructivismo, más que un arte, parece definirse aquí como una forma del Ser”.
Texto perteneciente al Archivo Digital ICAA – International Center for the Arts of the Americas
Documents of Latin American and Latino Art