Descripción
Promocionado inicialmente como ANTIDIARIO y más tarde conocido como DIARIO BIANCHI, este experimento gráfico, el cual no tuvo nombre, partió de la premisa de que cualquiera podía producir un diario, al tiempo que planteaba una crítica incisiva a la industria de la información y a sus modos de construcción contemporánea.
Con una tirada de 500 ejemplares, la obra se distribuyó en los kioscos de diarios y revistas de las avenidas Corrientes y Santa Fe en Buenos Aires, insertándose en el mismo circuito de la prensa gráfica tradicional que buscaba parodiar y cuestionar.
Con su ANTIDIARIO, el artista argentino Diego Bianchi creó una rara avis que hoy puede considerarse una pieza clave dentro de la historia de la autoedición experimental independiente en la Argentina de los años 90.