Lozza, Raúl
Elbio Raúl Lozza fue un eminente artista plástico argentino reconocido por su destacada trayectoria en el campo de las artes visuales.
Nacido el 27 de octubre de 1911 en Alberti, provincia de Buenos Aires, Raúl Lozza se distinguió como pintor, teórico y promotor del movimiento de la pintura concreta. Desde temprana edad, incursionó en el arte pictórico y realizó su primera exposición a la edad de 17 años. Durante su juventud, colaboró con diarios y revistas, aportando escritos y dibujos que abordaban temáticas sociales y de protesta. A partir de 1936, incursionó en el diseño publicitario, ampliando su campo de acción.
En 1945, desempeñó un papel fundamental en la creación de la Asociación de Arte Concreto-Invención, donde ocupó cargos en el secretariado y la dirección de la revista de la entidad. Sin embargo, en 1947, tras adquirir una valiosa experiencia en la asociación, decidió separarse de la misma para continuar con sus investigaciones y explorar nuevas formas de eliminar cualquier ilusionismo en la pintura, buscando llevar lo abstracto a lo concreto. A través de más de 60 conferencias y la publicación de innumerables artículos, compartió su método creativo y difundió sus ideas.
Raúl Lozza participó en numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas, tanto en su país de origen como en el extranjero, consolidando su posición como un destacado exponente del arte contemporáneo. Su legado perdura como testimonio de su talento y contribución al campo de las artes visuales.
Entre los principales premios que recibió, podemos destacar: Medalla de Oro de la Cámara de Diputados de la Nación (1971);
Distinción del Premio Fortabat (1986);
Premio Don Quijote y Sancho, el Palanza, Academia Nacional de Arte (1991);
Diploma al Mérito y Estatuilla de Platino, Fundación Konex (1992); Premio Consagración Nacional (1992);
Premio Fortabat (1997);
Premio Leonardo, Museo Nacional de Bellas Artes (1998);
Premio Cultura Nación (2007).
La trayectoria de Raúl Lozza es amplia y compleja, y estuvo estrechamente ligada a grupos artísticos e intelectuales de izquierda desde la década de 1930. Su compromiso político con el Partido Comunista fue un factor clave en su búsqueda artística, ya que publicó textos y dibujos en diarios y revistas antifascistas, como La República. En colaboración con Héctor Lafleur, trabajó en la editorial Adiáfora y formó parte del comité editor de la revista Contrapunto. Además, estableció contacto con los editores de la revista Arturo, una publicación que inició los debates sobre la abstracción en el ámbito artístico porteño.
En 1945, Raúl Lozza fue uno de los fundadores de la Asociación Arte Concreto-Invención (AACI), junto a destacados artistas como Tomás Maldonado, Edgar Bayley, Alfredo Hlito y Enio Iommi, entre otros. Durante ese año, participó en varias exposiciones del grupo, presentando sus obras y dictando conferencias.
La AACI se centró en investigar y resolver el concepto del «marco recortado» propuesto por Rhod Rothfuss en Arturo. Sin embargo, las exploraciones no se detuvieron y surgieron nuevas formas de arte a partir de esta noción. La primera decisión fue enfocarse en la investigación espacial, donde el espacio circundante se relacionaba con la forma adquiriendo relevancia plástica. En este sentido, Tomás Maldonado afirmaba: «Y por este camino llegamos al descubrimiento máximo de nuestro movimiento: la separación en el espacio de los elementos constitutivos del cuadro sin abandonar su disposición coplanaria». Esta perspectiva abolió el cuadro como «organismo continente».
Para los invencionistas porteños, la propuesta de Lozza, que implicaba la concretización del espacio y las formas, se presentaba como la solución histórica al problema de la figura y el fondo. La revista Arte Concreto-Invención reproducía varios ejemplos de marcos recortados y obras coplanarias de Molenberg y Lozza, que ejemplificaban este proceso de investigación explicado por Maldonado. Sin embargo, hacia 1947, la AACI volvió a cuestionar esta solución para poner a prueba nuevamente las posibilidades del marco ortogonal.
En ese momento, Lozza se distanció del grupo para continuar explorando las posibilidades del coplanar. Para él, era fundamental considerar el contexto espacial en el que la obra se desarrollaba, incluyendo el color y las características del muro. Así, redefinió sus ideas y, junto con sus hermanos y la colaboración de Abraham Haber, dio forma al perceptismo.
En 1949, Raúl Lozza presentó la Primera exposición de pintura perceptista en la galería Van Riel. En el catálogo de esta exposición, Lozza expresó: «El perceptismo se manifiesta como la etapa superior y más avanzada de la pintura. Inaugura una nueva era en el arte y se diferencia de las demás corrientes abstractas y concretas al lograr, por primera vez, la representación real del plano-color. Es un nuevo concepto de estructura que se encuentra en sintonía con el proceso práctico de los medios visibles de creación, superando las contradicciones entre forma y contenido que son característicos del arte representativo y que han sido una pesadilla para el arte abstracto».
En su búsqueda artística, Lozza incorporó y adaptó conceptos de la física y las matemáticas modernas al campo de la pintura. Su objetivo era desarrollar un sistema científico para la pintura. Más que abordar temas científicos como fuente de inspiración, Lozza exploró la relación entre la pintura y la ciencia como un enfoque constructivo. Sus propuestas artísticas se nutrieron de términos, conceptos y teorías que reflexionaban a partir de fragmentos y recortes simplificados del mundo científico, permitiendo un diálogo entre el arte y la ciencia.
Existen tres elementos fundamentales en la teoría de Lozza que resultan de gran importancia: la estructura abierta, la cualimetría de la forma plana y la noción de campo colorido en relación directa con el entorno arquitectónico. Estos elementos son la base de su sistema de producción artística, que rechaza la concepción mítica de la obra como una pieza única e irrepetible, ya que, según sus propias formulaciones, la obra es susceptible de ser reproducida.
La estructura abierta es un sistema proyectual que se rige por líneas de fuerza centrífugas, y es a partir de este sistema que se definen las formas en su trabajo artístico. Por otro lado, la cualimetría de la forma plana es un sistema de ajuste de la unidad sintética forma-color, que permite la armonización de los elementos visuales en la obra.
La noción de campo colorido implica una estrecha relación entre la pintura y el entorno arquitectónico. Lozza consideraba que su arte debía integrarse en la vida cotidiana del hombre moderno, acompañándolo en su entorno habitual, ya sea en el hogar, en edificios públicos y privados, en medios de transporte, oficinas, talleres y calles. Su objetivo era que el arte llegara al hombre en su realidad manifestada, en lugar de ser relegado a una sala de museo, como un escape ocasional.
Raúl Lozza falleció en Buenos Aires el 27 de enero de 2008, a los 96 años de edad, dejando un legado significativo en el campo del arte y la teoría artística.
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