Alonso, Dámaso
Dámaso Alonso fue un destacado escritor y filólogo español, quien se desempeñó como director de la Real Academia Española y de la Revista de Filología Española, además de ser miembro de la Real Academia de la Historia. En 1927, recibió el Premio Nacional de Poesía de España y, en 1978, fue galardonado con el Premio Miguel de Cervantes.
Cursó su bachillerato en Madrid, primero durante seis años con los jesuitas de Chamartín y luego en la Universidad de los agustinos de El Escorial (1917-1918), donde dirigía la revista Nueva Etapa. Pasaba sus vacaciones de verano en Ribadeo, con frecuentes visitas a Los Oscos.
Aunque tenía un gran talento para las matemáticas y su familia esperaba que se convirtiera en ingeniero de caminos, el joven Alonso ya mostraba una inclinación por la literatura. Debido a una grave enfermedad ocular, decidió estudiar Derecho, carrera que detestaba (su madre le leía los temarios en voz alta para que él los memorizara). Además, fue alumno oficial en Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, donde se doctoró en 1928 con un estudio sobre la evolución de la sintaxis de Luis de Góngora.
Dámaso Alonso se formó en el Centro de Estudios Históricos bajo la dirección de Ramón Menéndez Pidal, aunque Federico García Lorca, uno de sus amigos, le aconsejaba dedicarse exclusivamente a la poesía. Participó activamente en las actividades de la Residencia de Estudiantes, dirigida por Alberto Jiménez Fraud, donde estableció vínculos con figuras prominentes de su generación como Federico García Lorca, Luis Buñuel, Pepín Bello, Salvador Dalí, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre. En la universidad, fue profundamente influenciado por las clases de Andrés Ovejero y Américo Castro, este último lo introdujo en el estudio de la historia de la lengua y le consiguió un puesto de lector en la Universidad de Berlín (1921-1923), durante la difícil época de la inflación, en la que recibía un sueldo mensual insignificante de mil millones de marcos. Posteriormente, fue profesor de español en la Universidad de Cambridge en dos periodos: 1924-1926, periodo en el que publicó su traducción de «Retrato del artista adolescente» de James Joyce y mantuvo correspondencia con el autor, y nuevamente entre 1928 y 1929.
En 1929, después de asistir al acto fundacional de la Generación del 27 en el Ateneo de Sevilla en homenaje a Góngora, se casó con la filóloga y escritora Eulalia Galvarriato. Juntos se trasladaron a Estados Unidos como profesores, viviendo el verano en San Francisco, en la Universidad de Stanford, y el invierno en Nueva York, en el Hunter College de la Universidad de Columbia, donde también residía Federico García Lorca. Durante su estancia en Nueva York, vivieron el crack del 29 y el inicio de la Gran Depresión. Además, Dámaso Alonso ofreció varias conferencias durante ese periodo.
Literariamente, Dámaso Alonso se consideraba parte de la Generación del 27 solo en su rol de crítico, y como poeta se identificaba con la primera generación poética de posguerra. Colaboró en publicaciones como Revista de Occidente y Los Cuatro Vientos. Fue un ferviente defensor de la segunda etapa, la culterana, de la poesía de Luis de Góngora, y elaboró una extensa teoría de la expresión poética dentro de lo que se conoce como Estilística, su aporte más significativo a la historia de la Filología.
Durante las primeras semanas de la guerra civil española, Alonso se refugió junto a Ortega y Gasset y otros intelectuales en la Residencia de Estudiantes, temiendo represalias debido a que sus cuñados eran conocidos simpatizantes del bando sublevado. Pasó el resto de la guerra en Valencia, donde colaboró en la revista Hora de España. En 1937, publicó «La injusticia social en la literatura española» y en 1939 su edición de la comedia «Don Duardos» de Gil Vicente, así como «Tres poetas en desamparo».
Al finalizar la guerra civil, buscó la protección de su antiguo compañero de universidad, Ernesto Giménez Caballero, en Murcia, y logró superar la depuración sin ser sancionado. En 1941, obtuvo la cátedra de Filología Románica de Menéndez Pidal (quien ya se había jubilado a los 70 años) en la Universidad de Madrid. En esta institución formó a importantes discípulos como Fernando Lázaro Carreter y Bartolomé Llorens. También fue profesor visitante en varias prestigiosas universidades norteamericanas. En 1942, recibió el Premio Fastenrath de la Real Academia de la Lengua por una investigación sobre San Juan de la Cruz realizada en colaboración con su esposa, Eulalia Galvarriato. Entre otras obras, en 1944 publicó poesía: «Oscura noticia» e «Hijos de la ira», obras que se enmarcan en lo que él mismo definió como Poesía desarraigada de la Posguerra. Esta corriente poética es una consecuencia existencial de las devastadoras guerras europeas, que llevaron a muchos a cuestionar la supuesta benignidad de la naturaleza humana.
En 1945, Dámaso Alonso fue elegido miembro de número de la Hispanic Society. Tres años después, en 1948, se incorporó a la Real Academia Española, y en 1959 fue nombrado miembro de la Real Academia de la Historia. Realizó varios viajes a Estados Unidos, impartiendo cursos como profesor invitado en universidades prestigiosas como Yale, New Haven, John Hopkins y Harvard en 1951 y 1954. Durante este último año, también pasó un mes de descanso en México. Se jubiló en 1968, año en que fue elegido director de la Real Academia Española, sucediendo a Menéndez Pidal, aunque renunció a este cargo en 1982. El 29 de junio de 1973, fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua. Además, en 1978, recibió el prestigioso Premio Cervantes.
En sus últimos años, la salud de Alonso se deterioró rápidamente, y en sus dos últimos años perdió el habla. Falleció de un infarto en enero de 1990 en su residencia de Madrid. Durante su funeral, su esposa recitó dos versos de su obra «Hijos de la ira»:
“Virgen María, Madre, / dormir quiero en tus brazos hasta que en Dios despierte.”
La influencia de Dámaso Alonso en la cultura española va más allá de los límites convencionales de un poeta o creador. En su persona se integraban cualidades creativas, estéticas y existenciales reflejadas en su obra poética, así como la dimensión de su labor filológica, crítica y estilística. Además, su constante militancia en la defensa de la lengua española tiene un alcance universal. Evaluar la contribución de Alonso requiere una consideración tanto de su producción literaria como de su trabajo académico y crítico.
Entre sus principales obras se encuentran:
Poemas puros. Poemillas de la ciudad, 1921
El viento y el verso, 1925
«Tormenta», en Litoral, 1927
Hijos de la ira. Diario íntimo, 1944
Oscura noticia, 1944
Hombre y Dios, Málaga, El Arroyo de los Ángeles, 1955
Tres sonetos sobre la lengua castellana, 1958
Poesías ocasionales, 1958
Poemas escogidos, 1969
Obras completas. 10 vols., 1972-1993
Antología poética, 1980
Gozos de la vista. Poemas puros. Poemillas de la ciudad. Otros poemas, 1981
Voz del árbol, 1982
Antología de nuestro monstruoso mundo. Duda y amor sobre el Ser Supremo, 1985
Aquel día en Jerusalén: auto de la Pasión, para emisión radiofónica: (en un prólogo y tres cuadros), 1986.
Antología poética, 1989
Álbum, 1993
Verso y prosa literaria, 1993
Antología personal, 2001
A un río le llamaban Dámaso: antología poética, 2002
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