Juan Antonio Ballester Peña (1895-1978) fue un destacado artista argentino, conocido por su talento en la pintura, la ilustración, el grabado y la escenografía.

Formó parte del Primer Grupo de Pintores Modernos y, en sus primeros años, se involucró en publicaciones comprometidas políticamente como La Protesta, Campana de Palo, Nuestro Tiempo, así como en los libros de Álvaro Yunque, Ulises Petit de Murat y Leopoldo Marechal.

A lo largo de su carrera, recibió numerosos reconocimientos y también se desempeñó como docente, ejerciendo como interventor en la Escuela Nacional de Cerámica en 1962. Nacido en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, Ballester Peña fue autodidacta y realizó viajes por diversas regiones del país, explorando su diversidad cultural y geográfica.

Destacó como escenógrafo en el Teatro Colón y también incursionó en la crítica de arte en la revista «Nuevo Orden». Participó en exposiciones internacionales en ciudades como Nueva York y San Francisco en 1939.

Su estilo artístico evolucionó a lo largo del tiempo, comenzando con xilografías y dibujos para publicaciones anarquistas en su juventud. Luego, influenciado por su conversión al catolicismo, sus obras se caracterizaron por contornos acentuados. Experimentó con el impresionismo, especialmente en el uso del color, y posteriormente se adentró en tendencias cubistas de base geométrica. Su técnica variaba desde densos empastes hasta sutiles trazos.

En su serie de paisajes del Río de la Plata y la Patagonia, logró capturar la esencia de los lugares con una economía de elementos visuales. En la década de 1960, exploró el uso informal de acuarelas y tizas.

Ballester Peña también se destacó en el arte sacro, mostrando su habilidad y sensibilidad en esta temática. A pesar de su talento y contribuciones al arte argentino, su obra no recibió el reconocimiento merecido durante su vida, y solo en contadas ocasiones se realizaron muestras que reunieron parte de su extensa producción después de su fallecimiento.