Descripción
Este comunicado a la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, realizado en una Sesión Pública el 21 de noviembre de 1930, fue uno de los primeros reconocimientos científicos modernos a esta práctica médica indígena precolombina.
AYAHUASCA, en lengua quechua, significa “Soga de los Espíritus”.
En la cosmovisión de los pueblos originarios latinoamericanos beber la Ayahuasca es utilizar una soga que permite que el espíritu salga del cuerpo sin que este muera, a la vez que lo mantiene unido a él mientras dura el desdoblamiento.
Hoy en día la práctica de la ceremonia de la Ayahuasca se ha difundido enormemente en toda Latinoamérica.
Practicada de la manera correcta, las alucinaciones que provoca la ingesta del brebaje ayudan posteriormente a resolver diversos conflictos emocionales toda vez que la experiencia resulta un verdadero catalizador de la conciencia humana.
En los Estados Unidos de Norteamérica, desde hace algunos años, se utilizan ciertos hongos alucinógenos, como parte de las terapias médicas formales, en pacientes con enfermedades terminales.
Las experiencias alucinógenas que viven estos enfermos de carácter terminal les hace transitar posteriormente la enfermedad de manera más tranquila y confortable.
«El indio, que por su número y sus características raciales fue el factor primordial en la vida precolombina de los pueblos de América, ha sido para la medicina inapreciablemente útil, cuyo valioso aporte no se puede desconocer, pues al contribuir con su empirismo intuitivo, consecuencia directa de la ruda lucha por la vida en el seno de la naturaleza virgen, vino a enriquecer el caudal de remedios, drogas y plantas curativas conocidas hasta 1492, cuyo número en esa época se limitaba a los aportados e impuestos por las escuelas griega y árabe…»
Juan A. Domínguez