Calou, Juan Pedro

Juan Pedro Calou fue un escritor, periodista y poeta. También se desempeñó como Director de la página literaria del periódico La Montaña. Fue Crítico musical en dos revistas: Frente Único y Nosotros. Intérprete de guitarra y piano. Perteneció al grupo surgido en 1915 junto a Fernández Moreno, Alfonsina Storni, Pedro Miguel Obligado, etc.
Nació en 1890, año en que en Argentina se conmemoró por primera vez el Día del Trabajador y estalló la llamada Revolución del 90 contra Juárez Celman, contexto histórico que marcaría a toda su generación. Murió tempranamente el 22 de septiembre de 1923, a los 33 años, en plena primavera porteña.
De apariencia austera, era un hombre de mediana estatura, delgado, de frente amplia, ojos melancólicos y penetrantes, labios finos y manos largas y nerviosas, propias de un artista. Vestía de manera pobre, con una gorra gastada, pues daba poca importancia a la apariencia externa y en cambio se preocupaba con intensidad por su vida espiritual. Habitaba, por decisión propia, un modesto cuarto de chapas en el fondo de la casa familiar, donde escribía poesía, redactaba cartas —muchas de gran valor literario— y hacía música. Tocaba la guitarra y el piano, aunque soñaba con tener un órgano.
Calou formó parte de un grupo de poetas que surgió hacia 1915 junto a figuras como Baldomero Fernández Moreno, Alfonsina Storni, Pedro Miguel Obligado, Juan Carlos Dávalos y Héctor Pedro Blomberg. Tras la influencia de Rubén Darío, estos escritores buscaron una expresión más íntima y humana, marcada por la crisis mundial de 1914 y sus repercusiones. Su obra, breve pero intensa, influyó tanto en lectores que lo admiraron como en aquellos que lo rechazaron: incluso la negación formaba parte de su impacto literario.
Su libro Humanamente revela su predilección por los clásicos italianos, en especial Dante, y por la literatura francesa, de la que absorbió la claridad y elegancia de Montaigne. En su poesía se advierten ecos de Rubén Darío, como en Retrato de mujer, donde la delicadeza modernista se entrelaza con una voz personal.
Aunque anarquista, como Alberto Ghiraldo y Antonio Maturana, Calou no se encasilló en la poesía social. Rechazaba la militancia explícita, pero otorgaba a su poesía una dimensión ética y humana ineludible. Creía en la misión del arte como impulso renovador y como vía para sostener la dignidad del hombre.
Vivió en un tiempo de grandes transformaciones: el surgimiento del proletariado argentino, la irrupción de la industria, el movimiento obrero y la aparición de los “artistas del pueblo”, entre ellos Quinquela Martín y Facio Hebecquer, que expresaban en pintura y escultura la vida de los trabajadores. En ese contexto, Calou reclamaba un compromiso con la justicia social: reprochaba a Amado Nervo “seguir sonriendo” sin dirigir su bondad hacia los oprimidos. Para él, “cada uno de los actos de nuestra vida es la reproducción de una desgracia o de una alegría de la tierra: somos el receptáculo de todo su destino, somos el libro viviente del mundo”.
Trabajó en periodismo, aunque lo hacía con desagrado, ya que le distraía de la creación poética. Aun así, colaboró en revistas como Nosotros y en periódicos de ideas como Frente Único, además de promover bibliotecas populares. También ejerció la crítica musical y defendió la función del arte como vehículo de fraternidad.
Amaba la naturaleza con fervor, como se percibe en poemas como Caminando y Tormenta, cargados de transparencia emotiva. Tenía además un profundo afecto por la infancia: en una ocasión llegó a enfrentarse con un vigilante que maltrataba a un niño lavacopas.
Su poesía, breve y parabólica, debería reeditarse en pequeños volúmenes de bolsillo, con el cuidado que merece su delicada textura. Calou pertenece a esa generación que, inquieta y convulsionada, soñó con una literatura vinculada al hombre y a su tiempo.
En 1937, catorce años después de su muerte, una calle de Buenos Aires fue nombrada en su honor. Pequeña y humilde, como su vida, mantiene viva la memoria de un poeta cuya voz breve pero intensa dejó huella en la literatura argentina.
Entre sus principales obras se encuentran:
Humanamente, 1919
Canciones de la vida sencilla, 1921
El árbol inmóvil, 1923
0 comments on “Calou, Juan Pedro”