Ramón Plaza fue un poeta y escritor argentino, se destacó como una de las voces más significativas de la generación literaria de los años ’60. Autodidacta, cursó la escuela primaria bajo la guía de su maestro Miguel Ángel Viola, quien supo encender su pasión por la literatura. Desde joven, Plaza realizó una amplia gama de trabajos, experiencia que incorporó a su prosa y que se convirtió en un sello distintivo de su estilo.

Hijo de un inmigrante andaluz, panadero y anarquista, Plaza perdió a su madre a los cinco años y desde entonces atravesó una infancia llena de adversidades, completando su educación primaria de forma intermitente y comenzando a trabajar a los 12 años. Su diversidad de ocupaciones lo llevó eventualmente a desempeñarse como peón de vía, auxiliar de estaciones, cambista, telegrafista y finalmente administrativo en el Ferrocarril San Martín, en Galerías Pacífico. A pesar de dejar este puesto durante el periodo del Onganiato, conservó la costumbre de escribir en una butaca ferroviaria.

En 1969, Plaza ya contaba con publicaciones en poemarios y revistas culturales, siendo editado por la reconocida editorial Cuadernos del Alfarero con obras como «Edad del tiempo» (1958) y «Libro de las fogatas» (1963). Fue, además, cofundador de la influyente revista político-cultural «Barrilete», en colaboración con Roberto Santoro, Daniel Barros, Marcos Silber, Horacio Salas, entre otros. La revista no solo marcó un punto de inflexión en su vida y obra, sino también en el panorama literario de la época.

Durante los años ’60 y tras su regreso del exilio en Ecuador, Plaza se destacó por sus contribuciones poéticas en «Barrilete» y otras publicaciones de la época, obras que hoy son objeto de estudio por parte de su esposa Elisabeth Roig y sus hijas. En la más reciente compilación de su obra, realizada para el 30° aniversario de su fallecimiento, se incluye el extenso poema «Composición tema la vaca», previamente publicado en la revista Utopías del Sur.

Los escritos de Plaza abordaron temas centrales de la Argentina con enfoques inesperados. Su cuento inédito «Ladrillo sobre el acelerador» retrata la experiencia de un viajero en un Citroën 2CV que atraviesa la vasta pampa, reflexionando sobre la ausencia de los desaparecidos en el “limbo” de la memoria. Su última novela inédita, «Altos chillan los monos», fue finalista en un prestigioso concurso de la editorial Tusquets con un jurado que incluía a Almudena Grandes y Juan Marsé. La obra, audaz para su tiempo, explora la historia de una patrulla de guerrilleros sudamericanos que se pierde en un territorio imaginado con la forma del cuerpo de una mujer.

A lo largo de su carrera, Plaza fue reconocido y premiado en múltiples ocasiones, y su legado permanece hoy en el concurso nacional que lleva su nombre y en la sala en su honor en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) de Buenos Aires. Figura notable de la poesía y narrativa argentina, su obra se ha visto opacada en parte por los vicios del ámbito literario local que él criticaba con ironía: la autocomplacencia, el sectarismo y la adhesión a las modas. Su exilio en Ecuador, donde recibió el Premio Nacional de Novela, no explica por sí solo el olvido que pesa sobre su obra, la cual trascendió los límites de la llamada generación del ’60, dejando una marca singular y difícil de encasillar.

Plaza fue miembro del grupo literario «El Barrilete» y colaboró en Cuadernos del Alfarero y en la emblemática «La Rosa Blindada», junto a figuras como Juan Gelman y José Luis Mangieri. Además de su labor literaria, trabajó como publicista y periodista, y fue también antólogo. En Ecuador, apoyó con entusiasmo el desarrollo cultural local desde la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Guayas y colaboró en la colección Desde la Gente, editada por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos en Argentina.

Tras su fallecimiento en 1991, la editorial Vergara publicó su primer libro de relatos para niños, Amapola, aunque gran parte de su obra narrativa aún permanece inédita. En 2021, la editorial Alción publicó Apuntes para un resumen de vida – Obra poética inédita, un volumen de más de 400 páginas que incluye sus poemas inéditos y recupera con gran vigor sus contribuciones poéticas. Este libro, acompañado de un emotivo prólogo de Alberto Szpunberg, fue impulsado por su esposa y sus hijas, y está compuesto por cuadernillos de inéditos y textos publicados en diarios y revistas.

La poesía de Ramón Plaza, siempre sensible y profundamente humana, refleja una renovada concepción de lo coloquial, lo social y lo individual. Su obra sigue resonando como testimonio de una vida creativa y comprometida, cuya intensidad y calidad desafían cualquier intento de olvido. Falleció el 9 de septiembre de 1991, dejando un legado literario de gran valor que continúa inspirando.

Entre sus principales obras se encuentran:

País del Sur, 1960
Agua llovida, 1956-1970
Nadie quiere tocar lo que enloquece, 1966/1975
Festival, 1966-78
Poemas del exilio, entre 1985 y su muerte
Calles de tierra, 1988
Manuscrito positivo, 1988
Piratas en la isla, 1990
Amapola, 1991