José de la Cuadra Vargas, nacido el 3 de septiembre de 1903 en Guayaquil, fue el único hijo de Vicente de la Cuadra y Ana Victoria Vargas. Además de su carrera en Derecho, incursionó en el periodismo, la política y la literatura.

Desempeñó roles como profesor, bibliotecario y llegó a ser vicerrector en el Colegio Vicente Rocafuerte. También fue catedrático en la Universidad de Guayaquil y ocupó diversos cargos públicos y diplomáticos.

Desde su adolescencia, José de la Cuadra mostró su pasión por la escritura y se unió a varias revistas literarias donde publicó poemas, artículos y cuentos, influenciado por el modernismo. En la revista Juventud Estudiosa, compartió su talento con otros jóvenes escritores que también se convertirían en figuras reconocidas en Ecuador.

A lo largo de su trayectoria, José de la Cuadra recopiló sus cuentos en publicaciones como Oro de sol, El amor que dormía, Repisas y Horno, donde incluyó el célebre cuento «La Tigra». Además, escribió «Guasintón: historia de un lagarto montubio», una recopilación de relatos y crónicas; «Doce siluetas»; y «El montuvio ecuatoriano», un ensayo. Sus obras más destacadas incluyen la novela «Los Sangurimas» (1934), considerada su obra maestra, y «Los monos enloquecidos» (1951), una obra inconclusa publicada después de su fallecimiento.

Durante la década de los años veinte, José de la Cuadra colaboró en diversos medios impresos, utilizando tanto su nombre como seudónimos. Participó en concursos literarios con notable éxito, obteniendo una Medalla de Oro en el Concurso Literario Municipal de Guayaquil. En 1929, alcanzó el segundo lugar en los Juegos Florales organizados por la Sociedad de Caridad con su obra «Sueño de una noche de Navidad». A medida que sus cuentos y escritos ganaban reconocimiento, se consolidaba como el principal exponente del cuento ecuatoriano en la década de los treinta.

Formó parte del Grupo de Guayaquil, destacándose como el más talentoso, no solo en términos de edad, sino en virtud de su habilidad artística.

Su estilo literario se fue alejando progresivamente del modernismo y se adentró en el realismo social, una corriente que se refleja en sus obras sobre los montubios, donde muestra la cruda realidad de los campesinos costeños en una sociedad patriarcal, cerrada y violenta. Dos de sus obras, «La Tigra» y «Los Sangurimas», fueron llevadas al cine.

José de la Cuadra es considerado uno de los máximos exponentes del Realismo Mágico en Ecuador y Sudamérica, un movimiento literario que se caracteriza por la inclusión de elementos fantásticos en la narrativa.

Falleció en Guayaquil el 27 de febrero de 1941, dejando un legado perdurable en la literatura ecuatoriana.

Entre sus principales obras se encuentran:

Novelas:
Los Sangurimas, 1934
Los monos enloquecidos, 1951, obra inconclusa publicada póstumamente

Cuentos:
El amor que dormía, 1930
Repisas, 1931
Horno, 1932
Guasintón. Relatos y crónicas, 1938

Ensayo:
Doce siluetas, 1934
El montuvio ecuatoriano, 1937