Manuel José Castilla, dejó su huella imborrable en la escena literaria argentina como un destacado poeta, letrista, escritor y periodista. Su nacimiento tuvo lugar en la vivienda ferroviaria situada junto a la estación de Cerrillos, en la provincia de Salta, el 14 de agosto de 1918, y su partida ocurrió en Salta el 19 de julio de 1980.

Desde sus primeros pasos, la esencia folclórica impregnó cada palabra escrita por Castilla. Su poesía, rica en celebración y arraigada en la identidad del hombre, su tierra natal y la exuberancia de la naturaleza, alcanzó su apogeo en «Los cantos del gozante», una de sus obras más tardías.

Como uno de los mentores del movimiento literario La Carpa, desplegó su influencia durante la década de los cuarenta, congregando a destacados poetas del noroeste argentino como María Adela Agudo, Raúl Galán, Julio Ardiles Gray, María Elvira Juárez y Sara San Martín de Dávalos, entre otros.

Además de su labor en la escritura, Castilla desempeñó el rol de periodista en los diarios «El Intransigente» y «Salta». Su destreza se extendió también a la composición de letras de canciones y a la recopilación de coplas folclóricas, añadiendo capas de versatilidad a su legado multifacético.

Manuel J. Castilla dejó una marca indeleble al escribir las letras de numerosas obras que fueron musicalizadas por su inseparable amigo, el Cuchi Leguizamón. Estas composiciones, hoy consideradas clásicos, desempeñaron un papel fundamental en la renovación del folclore argentino en su época. Su obra, vasta y diversa, cosechó reconocimiento oficial y el respeto de sus colegas, consolidándolo como una de las voces más trascendentes de la poesía argentina y latinoamericana.

A lo largo de su prolífica carrera, recibió múltiples distinciones que atestiguan la calidad y relevancia de su labor. En 1957, se hizo merecedor del Premio Regional de Poesía del Norte (1954-1956, Dirección General de Cultura de la Nación). Por su obra «Norte adentro», fue galardonado con el premio Juan Carlos Dávalos. Durante el período 1958-1960, el Gobierno de Salta le otorgó un reconocimiento especial por su poemario «El cielo lejos». En 1964, el Fondo Nacional de las Artes (Mendoza) le concedió el premio por «Bajo las lentas nubes». En 1967, recibió el Tercer Premio Nacional de Poesía por su destacada obra «Posesión entre pájaros».

Entre las distinciones más destacadas, se encuentra el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (1973), así como el Primer Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación en los trienios 1970-72 y 1973-75. En sus últimos años, su libro «Cantos del Gozante» (1972) fue especialmente reconocido, consolidando su legado como un hito en la rica tradición literaria de la región.

La poesía de Manuel J. Castilla se erige como una expresión de elevado vuelo lírico, estrechamente vinculada al paisaje y a la condición humana. Aunque esta característica es compartida en diversos grados por la poesía del interior de Argentina, en el caso de Castilla adquiere una dimensión distintiva. Su obra poética se entrelaza con elementos de las cosmovisiones de la América ancestral, siendo su prosa poética, ejemplificada magistralmente en «De solo estar», esclarecedora en este aspecto. Aquí, el tiempo se convierte en el protagonista, y la acción se desenvuelve en un presente continuo, donde el mundo se despliega ante los ojos del poeta.

El legado literario de Castilla resonó ampliamente en la literatura del Noroeste argentino y del interior en general. Fue pionero al introducir la poesía social en este ámbito, marcando un hito significativo que influyó en generaciones sucesivas.

El 19 de julio de 1980, Manuel J. Castilla dejó este mundo en Salta, encontrando su descanso final en el Cementerio de la Santa Cruz. Su partida no hizo más que añadir un capítulo a la rica historia literaria que él mismo contribuyó a moldear, dejando tras de sí un legado perdurable en la poesía argentina.

Entre sus principales obras se encuentran:

Agua de lluvia, 1941
Luna muerta, 1944
La niebla y el árbol, 1946
Copajira, 949, 1964, 1974
La tierra de uno, 1951, 1964
Norte adentro, 1954
De solo estar, prosa, 1957
El cielo lejos, 1959
Bajo las lentas nubes, 1963
Amantes bajo la lluvia, 1963
Posesión entre pájaros, 1966
Andenes al ocaso , 1967
La pomeña, 1969
Tres veranos, 1970
El verde vuelve, 1970
Cantos del gozante, 1972
Triste de la lluvia, 1977
Cuatro carnavales, 1979
Coplas de Salta, prosa, 1972
Zamba de Balderrama