Víctor Mazzi Trujillo fue un poeta y escritor autodidacta, nacido en 1925 en Morococha, en el departamento de Junín, Perú. Desde 1934, residió en Chosica, Lima, donde desarrolló gran parte de su vida y carrera literaria.

Su primera incursión significativa en la poesía ocurrió en 1947, con la publicación de su primer poemario, Reflejos del Carbón, marcando el inicio de una prolífica obra que fue reconocida en importantes revistas literarias peruanas.

En 1966, Víctor comenzó a vender libros de política, ciencias sociales y, principalmente, literatura en un puesto situado en las escaleras que conducían al comedor de estudiantes de la Escuela Normal Superior. Esta institución, tras una serie de huelgas y protestas, se transformó en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, más conocida como La Cantuta.

En 1956, Mazzi cofundó el Grupo Intelectual Primero de Mayo (GIPM), junto a notables escritores de origen obrero, como el poeta Leoncio Bueno, y otros intelectuales como Eliseo García, José Guerra Peñaloza y Carlos Loayza, quienes compartían una profunda conexión con la clase trabajadora.

A la hora de escribir, Víctor usaba métodos sencillos pero característicos: redactaba sus poemas a mano con lápiz o pluma, y cuando recurría a su vieja máquina de escribir, lo hacía utilizando únicamente el índice de la mano derecha, un estilo inusual con el que alcanzaba una notable velocidad. Continuó trabajando en su puesto de libros hasta febrero de 1977, año en el que perdió su empleo y una gran cantidad de libros tras la intervención militar en La Cantuta.

En 1976, Mazzi publicó una obra fundamental, Poesía Proletaria del Perú (1930—1976), una antología que incluyó un detallado estudio con notas y comentarios de Paco Carrillo. Dos años más tarde, en abril de 1978, y gracias al apoyo del poeta Segundo Cancino, se publicó su poemario Memorial de un tiempo a otro dentro de la colección Mojinete de poesía. Ese mismo año, junto a Artidoro Velapatiño, dirigió el único número de la revista literaria Canto y Seña, nuevamente con el respaldo de Cancino.

Entre 1983 y 1985, Víctor enfrentó una dura situación cuando su casa fue destruida por una devastadora crecida del río Rímac. Como damnificado, fue alojado en una pequeña habitación en el Coliseo de Chosica, mientras que a otros vecinos solo se les ofrecieron carpas. A pesar de las limitaciones, Víctor continuó recibiendo con hospitalidad a quienes lo visitaban.

Por esa época, se incorporó a tiempo completo al proyecto de investigación La generación del 50 en la Literatura peruana del siglo XX, bajo la coordinación de Miguel Gutiérrez, en el que participaron destacados poetas como Carmen Ollé, Félix Huamán Cabrera y Manuel Velásquez Rojas, entre otros académicos de la Universidad Nacional de Educación.

En colaboración con Raúl Soto, Mazzi abrió un nuevo puesto de libros en la sexta cuadra de la avenida Camaná, en Lima, que se convirtió en un punto de encuentro para poetas, narradores y estudiantes, quienes acudían en busca de las enseñanzas y consejos del «viejo maestro», como lo llamaban con cariño. A lo largo de los años, este lugar también se transformó en un espacio de diálogo para aquellos dedicados al arte o la política.

A comienzos de 1986, Mazzi fue contratado como promotor del Área de Promoción y Difusión de la Biblioteca y Centro de Documentación de la Universidad Nacional de Educación, bajo la dirección del Dr. José Mendo Romero. Este cargo fue un reconocimiento al aporte y trayectoria del intelectual obrero.

Víctor Mazzi Trujillo dejó varios poemarios y ensayos inéditos, que estaba preparando antes de su fallecimiento en 1989.

Entre sus principales obras se encuentran:

Nana para el nene de la sonaja roja, 1968
A lengua viva, 1975
Poemas de vecindad, 1975
Poemas del albañil, 1976
Guirnalda de canciones a Chosica, 1976
Poesía proletaria del Perú, 1976
Memorial de un tiempo a otro, 1978
No descansada vida, 2006, póstuma