Nicanor de la Fuente Sifuentes, más conocido por su seudónimo artístico «Nixa», se distinguió como periodista, columnista, poeta y escritor peruano.

Su nacimiento tuvo lugar en San José de la Bellavista el 16 de septiembre de 1902, en el distrito de la provincia de Pacasmayo.

En el año 1918, llega a Chiclayo, un lugar que abraza con fervor, llegando a considerarlo como su ciudad natal. A lo largo de los años, desarrolla una producción intelectual notable en beneficio de la cultura del departamento de Lambayeque, destacándose de manera sobresaliente en los campos de las letras y la poesía. Completa sus estudios en el prestigioso colegio bajo la tutela de don Pedro Llontop en la ciudad de San Pedro.

Don Nicanor forma parte de la controvertida Generación del Centenario, un grupo que ha protagonizado los cambios políticos y sociales más trascendentales en la historia republicana de su nación. En efecto, entabló relaciones con Víctor Raúl Haya de la Torre durante la campaña política de 1931, momento en el cual el líder aprista compartió un almuerzo en su hogar. Desde aquel instante hasta el término de su vida, se identificó plenamente con los ideales del aprismo. Asimismo, tuvo la oportunidad de conocer a José Carlos Mariátegui.

El 20 de septiembre de 2005, el entonces congresista y presidente de la célula parlamentaria aprista, Luis Alva Castro, expresó en relación con Nicanor de la Fuente: «A pesar de que Nixa destaca de manera especial en el ámbito de la poesía y el periodismo, es igualmente admirable su compromiso político. En un país marcado por las inconsistencias y las deslealtades políticas, Nixa se erige como un ejemplo y paradigma al mantenerse fiel al Partido del Pueblo durante 75 años. Su militancia, llena de desprendimiento y firmeza, ha sido una suerte de calvario marcado por persecuciones, pero jamás renunció a sus convicciones. Como señala acertadamente el escritor Manuel Jesús Orbegozo: ‘Nixa es un aprista de por vida y químicamente puro’. De hecho, su lealtad al APRA perduró durante 78 años».

En 1952, participó activamente como cofundador en el establecimiento del diario La Industria de Chiclayo. A partir de ese momento, se dedicó a la redacción de su renombrada columna ‘A propósito’, la cual consistía en narraciones breves de un único capítulo, abordando temáticas relacionadas con la historia y la tradición de los pueblos del norte del Perú. Además, contribuyó como colaborador en el Suplemento Lundero del diario La Industria de Trujillo.

Nicanor de la Fuente Sifuentes fue merecedor de diversas distinciones honoríficas, y en reconocimiento a su labor, se erigió un busto en su honor frente a su residencia en Chiclayo. Su destacada trayectoria le valió la obtención del Grado de Amauta del Periodismo Nacional, así como la condecoración con la Orden de Sol y la Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en la categoría de Comendador.

El 15 de marzo de 2009, tras sufrir un paro cardíaco, Don Nicanor de la Fuente Sifuentes dejó este mundo en la ciudad de Chiclayo, legando a la sociedad norteña peruana un invaluable legado compuesto por poemas y textos periodísticos.

Entre sus principales obras se encuentran:

Las Barajas y los dados del alba, 1938
La perla de los romances, 1940
El libro de los tránsitos eternos, 1943
El aire y otros poemas, 1965
Huacatil, 1966
Paisajes para colgar en la pared, 1969
La broma de los romances y el soneto, 1992
Jacinto Peje y otras audiencias, 1992
3 Poemas, donde están incluidos: El naipe de los vientos, Tu casa, tu calle y otros impedimentos y El columpio de las horas